Ubicado estratégicamente sobre una pequeña loma desde la que se domina buena parte del valle del río Jiloca, el castillo de Morata de Jiloca debió de formar parte de la red defensiva de origen medieval. Con el paso de los siglos, la fortaleza perderá su función cayendo en desuso, reutilizándose sus sillares y materiales para la construcción de otros edificios del entorno. En la actualidad resulta difícil su localización ya que apenas quedan restos visibles.