Paseando por las calles de Morata de Jiloca son varios los edifios que nos llamarán la atención. Entre ellos destaca por su tamaño la Casa Costea; un monumental palacio targogótico y renacentista. Todo el edificio es de tapial a excepción de la portada y la galería que son de ladrillo. Destaca precisamente esta galería ya que presenta 25 arcos, probablemente más que en ninguna otra fachada de los palacios aragoneses del siglo XVI y XVII.
Continuando por la calle Mayor podemos descubrir una casa de estilo mudéjar aragonés, construida entre los siglos XV y XVI, que conserva en su interior elementos decorativos de notable interés.
En la parte alta de la población encontramos el conjunto de las cuevas; antiguas casas-bodega ahora en desuso, excavadas en la roca con el paso del tiempo fueron utilizadas como almacen de ganado o paja. Otros edificios singulares destacable son el Ayuntamiento, el desaparecido molino o la antigua estación de ferrocarril.